La administración del presidente Enrique Peña Nieto, no deja un país en crisis ni en guerra, sólo con severos problemas en materia de seguridad pública, admite el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete.
Asegura que México no queda como un cementerio, pero reconoce que los homicidios dolosos incrementan, por lo que urge fortalecer la seguridad fronteriza.